Masificación
Doctora Cassandra
El título de las líneas citadas en la anterior publicación es Masificación. Sus líneas hacen referencia al fenómeno de “estupidez”, el cual afecta a todo individuo que forma parte de un sistema, es decir, todos estamos contagiados. Se inicia desde que nacemos hasta… Lamentablemente no se conoce el remedio definitivo, pero gracias a distintos estudios literarios, científicos y filosóficos hoy se nos presenta como posible tratamiento la llamada lucha interna.
Debido a la magnitud de la plaga recomendamos no caer en las manos de “chantas”, no se aferre a religiones, doctrinas políticas, fuerzas revolucionarias, etc. Nada que represente caminos fáciles, donde “otros” le muestren el camino a la cura. Puesto que son las principales fuentes de contagio, dejando a los enfermos en graves condiciones de embotellamiento mental y portadores de la peste de la resignación, lo cual, a largo plazo, desarrolla el temible cáncer de la falsa felicidad.
Lo más recomendable, barato, cómodo y factible es iniciar la lucha interna. Consiste en que cada persona reconozca la “enfermedad”, e identifique los síntomas, y busque la mejor manera de sobrellevarla. Es decir, cada uno busca su propio tratamiento, y se exige a sí mismo cuestionar cada una de sus acciones, impulsos, frustraciones y sueños en la vida. En definitiva, se reconocerse como un individuo, único e irrepetible, replantea qué es la vida y qué quiere de ella. Discierne sus propios parámetros, y cuestiona los que se le han impuesto. Busca la verdadera felicidad. Es un tratamiento a largo plazo, pero promete grandes mejorías.
Más adelante, en las siguientes publicaciones realizaremos análisis de ciertos aspectos referentes a cuestiones que pasan a diario sin darnos cuenta, quizá nos puedan ayudar en nuestros tratamientos...
Si tiene alguna duda o comentario expréselo por medio de este blog. Recuerde que aún se busca el remedio definitivo, quizá usted pueda ayudar.
Debido a la magnitud de la plaga recomendamos no caer en las manos de “chantas”, no se aferre a religiones, doctrinas políticas, fuerzas revolucionarias, etc. Nada que represente caminos fáciles, donde “otros” le muestren el camino a la cura. Puesto que son las principales fuentes de contagio, dejando a los enfermos en graves condiciones de embotellamiento mental y portadores de la peste de la resignación, lo cual, a largo plazo, desarrolla el temible cáncer de la falsa felicidad.
Lo más recomendable, barato, cómodo y factible es iniciar la lucha interna. Consiste en que cada persona reconozca la “enfermedad”, e identifique los síntomas, y busque la mejor manera de sobrellevarla. Es decir, cada uno busca su propio tratamiento, y se exige a sí mismo cuestionar cada una de sus acciones, impulsos, frustraciones y sueños en la vida. En definitiva, se reconocerse como un individuo, único e irrepetible, replantea qué es la vida y qué quiere de ella. Discierne sus propios parámetros, y cuestiona los que se le han impuesto. Busca la verdadera felicidad. Es un tratamiento a largo plazo, pero promete grandes mejorías.
Más adelante, en las siguientes publicaciones realizaremos análisis de ciertos aspectos referentes a cuestiones que pasan a diario sin darnos cuenta, quizá nos puedan ayudar en nuestros tratamientos...
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