Es el frío, es mi sombra, es mi pelo
La gente camina rápido y en silencio y !yo no puedo caminar más rápido y no puedo callar esta vocesita mia hablándome todo el tiempo!...
Es esta onda polar que me persigue o es mi sombra congelada que se cuelga de mi pie o ¿es mi pelo greñudo que no lavo en invierno y ya tomó vida propia para atormentarme?
En la estación viene el dulce recuerdo de Eternal Sunshine of the Spotless Mind... yo también quisiera un día cambiar el rumbo sin saber por qué e ir donde choca el hielo y el mar.
Miro las chispas del riel en el cálido tumulto esperando el tren del Edén. Ya sé cuál es mi destino en este viaje: mi estatura me permite tener la mejor posición de todas, donde llegan las más diversas fragancias humanas o perfumes de oferta, y yo... tan suceptible a los aromas me empieza a girar la cabeza y a zumbar en el oído el tunel que parece infinito.
En cada delicado frenazo viene y va mi ánimo, como el tobillo que se me ladea a la izquierda y trato de desimular. En cada cara sin rostro me retrato. Y no soy capaz, no sé porque, de abrir el libro que llevaba para leer, creo que me dejo llevar por el mirar por la ventana sin mirar.
Suspiro profundo para continuar. Atrasada... nuevamente atrasada: es el frío, es mi sombra, es mi pelo me exusaré con el profesor... da igual.
Mejor cambio la música y prendo un cigarro antes de entrar a clases.