miércoles, junio 30, 2010

Los primeros días

Todo el día evitando, bloquenado la red y mis pensamientos. Duermo, despierto, leo, escucho música. Y todo lo termino relacionando... por qué son tan difíciles los primeros días.

Sólo imagíname en mi cuarto pintando un cuadro y escuchando "Proyect" de Alan Parsons... Ahora veo el cuadro y elegí nuestros colores favoritos... para la casa que soñabamos... y la canción es para morirme aquí mismo...


lunes, junio 28, 2010

Un destello


Lo último que me pediste fue escribir algo alegre en mi blog... en estas circunstancas, no es fácil, no es un momento alegre habernos separado. Sin embargo, también necesitando un poco de consuelo, encontré mi inspiración entre las fotos, ésta en especial, me causó ternura y risa, un destello de alegría en esta noche fría, sola y más oscura que la de ayer.
Lo que puedo decir es que los dibujos a veces hacen soñar, hacen vivir lo que uno quiere, por eso me gustan, y hoy me gustaría pintar un cuarto con este dibujo y vivir ahí, quizás, pintar también una flor, quizás una casita y meternos dentro...
Lo digo sin pena, lo imagino, y lo tomo con mucha alegría por no haber perdido mi capacidad de maravillarme con un detalle como éste y seguir soñando conque la vida puede ser más linda.



Una frase

Tengo la sensación de haber sido ingenua y eso me molesta... como alguien me comentó uno de estos días "la verdad, es que la vida es fome y la gente es mala".

Bueno, encontré un aliado en mis pensamientos más determnistas y negativos... allí está la esencia de lo que más me ha estado complicando este último tiempo.

Primero, "la verdad", ese es un asunto permanente de la vida, hay que asumir que esa escapadiza verdad sobre la realidad, sólo lleva a discusiones, tosudez, o replanteamientos, ilusos o decepcionantes.

La realidad que yo veo, no es la que tú ves, ni la que tú ves yo la puedo ver... Reconozco ser la más testaruda de la familia, sin embago, conciente de ello, tantas veces he caído en tentaciones de indiscuirme en realidades posibles, en promesas... y francamente creo ser la más desilucionada...

Segundo, "la vida es fome"... la vida es fome, injusta y rutinaria. Nada que hacer... aunque yo, muy en mi interior, deseo tantas cosas de esa vida normal y, a la vez, conjugarlas con mis fantasías.... pero parece que tanto he querido en hacer de mi vida algo distinto que, finalmente, todo se me ha dado vuelta en círculos.

Por último, "la gente es mala", sabes, he llegado a pensar definitivaemente que uno es más malo que bueno. Uno en socidad se civiliza, pero siempre hay dejos, ya sea por mala costmbre o por naturaleza, siempre hay dejos de esa maldad. Uno lo es así como sin querer, uno hace daño y no tiene conciencia de ello.

Yo seguramente he hecho cosas malas, de algunas soy conciente, de otras no. Quizás, con el tiempo, al filtrar las maldades que me han llegado a mí, me caígan en las manos la culpa que hoy no siento, la verdad que no veo y la vida alegre que no tengo.

viernes, junio 25, 2010

Un vuelo emocional

Algo tengo que hacer con esta dependencia emocional, un tanto obsesiva por él y mi familia. Al menos volver a escribir, me vuelve a la vida. Escuchar la música me conecta con mi sentidos, mis pensamientos y mis ganas de salir volando mentalmente de aquí.

Si algo pasó en mi vida, para alejarme de esta casa que me tenía cautiva, puede que tenga yo alguna posibilidad de que algo venga, de que algo se atraiga a mí y me lleve lejos emocionalmente, quizás un ala para volar lejos, y provocar en el destino algo importante.

Alejarme de la dependencia, en el vuelo lejano, lento y, a veces, rápido sin mirar tras, sin preguntarme si les duele.

Allí lejos, quizás, vean lo que fui y lo que hice. Cuando no esté, yo ahí, sino yo aquí, y haya preferido, de verdad, mi vida, sentirán lo que yo sentí y quizás obtenga, al final, alguna posibilidad de comprensión, como yo lo he tenido que ser en la vida que se me da vuelta en círculos.

Y se irán por la vida con su vida, tal cual, sólo con el detalle de que yo no seré yo y ya no estaré allí.

Escribir y escuchar música me devuelven las opciones de volar... algo, algo se me atrae, quizás un ala, quizás las ganas de alejarme, de huir, de amar y comprender y dejar de sufrir.

Preparando el vuelo 1, 2, 3....

jueves, junio 17, 2010

Temblor

Ahora le encuentro el sentido a mi pesadilla de hace dos días. Estaba en un lugar que no conocía y estaba con gente que al parecer eran cercanos a mí, de pronto un temblor, que persisitió por mucho rato, y un sonido como el del terremoto pasado (que lo recuerdo siempre)... tenía miedo y lo llamaba sólo a él, como sabía que era un sueño (porque era ilógico un temblor tan prolongado), quisé cerrar los ojos y esforzarme en hacerlo aparecer en mi sueño... no apareció.

Estos días en que he estado profundamente reflexiva y pesimista, lo llamé con mi mente para que apareciera varias veces. La primera no llegó, la segunda apareció y yo molesta por mi primer intento conseguí que se fuera molesto por mis cambios de humor, ayer lo llamé con tanta fuerza que se aburrio de mis llamados, mi insistencia, mi exigencia...

No puedo seguir llamando a nadie para que me saque de este miedo, de este espacio de mi vida que se está prolongando, ahora menos, tengo que ser fuerte; nadie llegará a protegerme, lo que no sé si esto calma mi miedo o aumenta mi temblor.

...

Es la hora de aceptar que esto es tan real como el frío de hoy. Es una realidad abstracta que se siente y se clava. Es un dolor íntimo que nadie puede entender y cada invierno se exacerba, dejándome a la deriva, alejándome del yo puedo, yo quiero, yo tengo.
No abusaré más en culpar a nadie, nadie es culpable de lo que yo misma he buscado. Esto lo he encontrado yo, en el camino que he seguido tosudamente. No sé bien desde cuando empezó, no hay lugar ni tiempo definido. Simplemente, me fui por la vida ignorando lo que se me vendría encima y abajo.
Ya no quiero ni espero nada de nadie, todo lo que tuve, lo que me han dado y lo que no merecí ya lo he vivido. Ya no hay nada más allá de esto.
Ahora quedo yo, conmigo misma, como debí haber asumido que estaría siempre. Acabo de dejar ir mi última esperanza en este sinsentido entorno ¿para qué encerrar una luciérnaga si se apagará su lucesita en este cutiverio? ¿para qué esperar que se quede conmigo si quiere volar? ¿para qué?...
No buscaré más esto ni esperaré mi rescate, lo que he buscado por años, no me lleva a nada más que ha dañar y dañarme. Tendré en penumbras yo conmigo misma vislumbrar los caminos por lo que he de volar.

miércoles, junio 16, 2010

Difuminación


En un cuento infantil, en un cuadro plástico, en la canción que escucho, en mis ilusiones podría vivir, como tantas veces lo he logrado. Ahora, tengo en mi habitación el mejor bosquejo que creí tener, finalmente, lo que me ha quedado, aunque lo pinte de colores -el aconsejo más antiguo y repetido de mi existencia- se manchan con el primer pretexto. A pesar de mis arreglos, de mis intentos, aunque no lo quiera, de verdad que no lo deseo, se difuminan mis colores preferidos y se enchuecan las líneas, en los que, prometo, guardar recónditamente mis esperanzas.

Se me escapan los tic tac, pensando en distintas soluciones, mezclando, probando, llenando los espacios en blanco. Pienso que tendré que hacer un collage y armar un paisaje con lo que se cae del escritorio. Quizás, oculta debajo me encuentre deseando la huida que no llega o esperando el rescate.

Este boquejo me está cansando; mas no pasaré a otra hoja en blanco, no puedo seguir abandonando, huyendo de los bosquejos que tantas veces he arrugado y desechado en mi papelera. Cada trozo de mi vida, tendrá que estrujar un billo para ilumuniar estos días y, así, dejar de chocar contra los matices inesperados y las mezclas sentimentalista que se clavan en pulsaciones rápidas y lágrimas que bordean mis ojos.

martes, junio 15, 2010

Necesito

En un complejo individualismo me refugio en este período de mi vida. Pues, estoy consolidando el haberme ido quedando sola a través de mis pensamientos más intolerantes y más egoístas, que siempre rondaron mis juicios y mis prejuicios. Y en mi afán de mejorar como persona, lidié con ello. Sin embargo, reconozco ahora dejarme caer sobre los enviciantes laureles de individualismo.

Extraño conversar, sólo conversar, hablar de la vida, preder un cigarro, beber un ron, un café, un té, escuchando música... compartir las particularidades de los hechos, lo que se siente, las reflexiones profundas y las ideas transversales.
No seriamente, en un tono natural, familiar. Escuchar, conocer otra realidad, vincular hechos, sentires, sensaciones. Encontrar el reconocimiento de sí mismo en el otro. Establecer las variantes, los errores sin recriminaciones, idear nuevas soluciones, proyectar emocionantes ilusiones.
Tejer la colcha de las futuras caídas y preparar el festejo de un futuro mejor, quizá, esperanzando el presente. Y ya reír, finalmente, reír de estos círculos que rodean y presionan en el centro, hasta cuando uno desea únicamente ser expulsado de la órbita.

Conciliarme con la vida, conmigo misma, con el resto...

lunes, junio 14, 2010

Me quiero ir

Y se podría ir un suspiro fuera de esta casa, por este tragaluz, por el aula vacía con mi vocación difuminada, matizada, perdida y, a la vez, entrañada y extrañada.
Y váyanse entre la gente y la no gente, entre la fuente laboral de dueño anónimo, de usufructo invisible y entre mis libertades postergadas.
Quiero una escalera automática que llegue directo a la puerta de casa, a la puerta que cerró el viento, el tiempo y yo misma.
Quiero un ascensor, me siento cansada, quiero subir y no puedo 1, 2, 3... quizá, haya un cuarto y yo ni siquiera sepa, allá me quiero ir.