viernes, junio 01, 2007

Planes importantes

Ya lo decía yo desde hace mucho, creo que desde la primera vez que escribí aquí, las cosas que planeas nunca salen como te hubieran gustado. Los planes no sirven.
Claro, quizás uno puede planear en pequeñito, algo que involucre cosas concretas, pero yo no hablo de esos planes de gente grande, que organiza hasta la ropa que se va a poner en la semana.
No, pues, yo hablo de esos planes que involucran sentimientos, que involucran ilusiones: planes importantes.
Esos son los complicados, cada etapa de un plan involucra decisiones, muchas veces decisiones involuntarias, que juegan con el logro o el fracaso del mismo.
Cuando te propones un plan (conciente o inconcientemente) algunos lo hacen con valentía otros con miedo. Luego, cuando casi lo tienes, crees tener un tesoro en tus manos o te diste cuenta que no era tan bueno el plan (esa es la primera oportunidad donde puedes desistir sin salir mayormente afectado). Si te empeñas, puedes llegar a sentir cierto grado de felicidad al creer que lo estás logrando. Sin embargo, es inevitable que después de una plenitud (si es que la alcanzaste) comience a sufrir modificaciones (segunda oportunidad para desistir) y ya poquito a poquito ya no es el plan inicial y es un plan totalmente distinto. Finalmente, cuando ya medio desilucionado empiezas con esa actitud conformista y tratas de ser positivo, entonces te empiezas a escuchar diciendo (si es que tienes alguien que te escuche) o pensando (porque te quedaste solo, olvidado o preferiste ocultarte y que nadie sepa de tu fracaso): "podría haber sido, pero no no más", "no importa, de esto se aprende", "!nunca más!", "si no fue ésta será la otra", "me quedaron lindos recuerdos"...
Ahí si tienes suerte, dejas el plan; si no tienes suerte e insistes en el plan (testarudo como yo), no pasa mucho tiempo, hasta que llega algo-alguien que te hace chocar con la muralla. Te enfrentas con la realidad de tu fracaso y ya no hay vuelta atrás. Pero como hay algunos (como yo -defensora de las causas perdidas-) vuelve a insistir, y no digo que sea una generalidad, pero suele suceder que ya no resulte...

Y ahí sientes como un pellizco cerquita del corazón.

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Yo estoy un poquito triste, porque luché y luché por algo hasta que me di cuenta de que me estaba dando golpes contra una pared...

Entonces, trato de resignarme, sé que si hubiera seguido me hubiera reventado la cabeza... de modo que esto es como amor propio y no hay más... no había otra solución...

Detesto elegir cuando sólo quiero sentir y dejarme llevar... pero a veces no se puede, otros o la realidad te obligan a elegir...

Y la vida continúa...
y hay que seguir disfrutando de lo que se pueda... no podemos ser tan ciegos...

Saludos, Fabiolilla, nos vemos

junio 02, 2007 6:39 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Yo creo que soy igual de testaruda que tu, creo que es la gente testaruda la que disfruta más de la vida, de verdad, prefiero luchar por causas perdidas que vivir no arriesgandome por temor a que las cosa no salgan, aparte al fin, hasta el más pequeño avance lo valorás como si fuera gigante porque te costo tanto...VIVAN LOS TESTARUDOS!!! Y SI EL PLAN NO SALIÓ, EL PlAN ESTABA MAL HECHO...jeje


Arriba el animo!!!!

cuidate mucho y siempre tienes alguien que te escuche solo falta que hables...a veces uno se complica más pensando y comienza a querer su propia depresion...si tu no gritas nadie va a escuchar (ojala entiendas lo que quiero decir, se que si tu me conoces)

te echa de menos...margarita

junio 02, 2007 9:54 p. m.  
Blogger David dijo...

Quizás yo también soy testarudo... pero no planeo.

El plan quita el factor sorpresa.

En este mismo instante, creo que ya decidí rendirme... mas no por mucho.

¿Quién sabe? No tengo ningún plan...


Saludos, Fabiola.

junio 06, 2007 8:55 a. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal