jueves, febrero 18, 2010

Porque no nos somos suficientes

Porque entre nosotros no basta con buscarnos cada día, entregarnos cariño ni compartir sueños.
No es suficiente lograr de vez en cuando dormir, amanecer, soñar juntos.
No es suficiente reír, tener gustos y pensamientos en común.
No te basta y no me basta habernos encontrado.

Porque para personas carentes e inconformistas como nosotros, sería imposible que este encuentro fuera la panasea de nuestros males.

Yo que tuve una familia, cariño, juguetes, una hermana, ropa, doctores, una casa, un auto nuevo para viajar, tíos, primos. Sólo me faltaba la casita en la pradera y todo hubiera sido perfecto. Tuve muchos novios, salí, bailé, bebí, reí... Tuve tanto, tanto, y siempre andaba triste, melancólica, nostálgica de una perfección inexistente. Así, nada aproveché, lloré, discutí, pensé, dañé y sólo lo triste, la soledad, la incomprensión, el desencaje, los fines, las penas, las heridas me quedaron.

Tú que entre la muerte y la vida eligieron tú vida, tuviste la oportunidad de vivir y viviste y tuviste una mamá, primos, amigos, novias, una hija y el valor de salir adelante. Pero no es suficiente sobrevivir, faltó el cariño, la atención, la comprensión, faltaron los mimos. Así que eres simplemente tú y las personas que te han rodeado te han tenido que aceptar, porque cómo has sido te ha servido para sobrevivir.

Imagina, yo una persona que nunca se conformó con nada. Yo que he tenido tanto y lo dejé ir. Que siempre he vivido buscando perfección, me pides que te acepte y comprenda. Que valore sus esfuerzos, sus logros paulatinos, yo que por impaciente e intransigente he borrado y claudicado momentos irrecuperables.

Por otro lado, tú que tienes esa forma inquebrantable de actuar, de decir las cosas... y yo te estoy pidiendo que seas como yo creo que tienes que ser.

No hay nada que llene estas almas vacías, estos egocentrismo de creer que tenemos que tener una felicidad determinada para sentirnos bien.

En cinco meses con esfuerzos estratosféricos tú has tratado de cambiar y yo he intentado aceptarte. La verdad es que ambos a regañadientes nos estamos dando la oportunidad de aprovechar este encuentro. Por eso discutimos, quieres que te acepte, que no critique. Y yo te pido que aceptes que tienes que cambiar.

Y tú me preguntas porqué estoy contigo si te critico tanto, y la misma pregunta te hago a ti por qué estás conmigo si no te acepto como eres.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal