Perdóname

Me hago preguntas sin respuestas, aquellas que tú me enseñaste, más aún me aferro a mis absurdas respuestas objetivas y en ellas te busco para no encontrarte.

Quiero que dejes de sufrir, prefiero hacerlo yo.

Todos los días lamento haberme convencido de la imposibilidad y cada día me pregunto por qué soy tan tonta. Me gustaría salir corriendo a buscarte... pero no puedo, perdóname.

Sé que es mejor así.

Con un nudo en la garganta te pido, por favor, odiame para que ya no te duela, no me perdones nunca, aunque ahora te lo ruegue. Nunca más seas generoso, sal de aquí y no me digas adiós. Mírame a los ojos y regalame enternamente tu odio. No trates de entenderme. Nunca creas mis promesas. Deja quemar mi conciencia, no te confundas que yo soy la asesina.

¿Recuerdas esa canción?

Trata de ser feliz mi pequeñito. Te quiero.