sábado, septiembre 29, 2007

El resto

A mí sí me importa lo que piensa el resto.

El resto tiene la imagen que proyecto, y eso es muy importante, dependiendo de cómo te ve el resto podemos ver las verdaderas consecuencias de nuestras acciones, de ahí que analizando, contrastando y meditando, podemos ver cómo nos perciben, cuánto nos equivocamos o cuánto no nos comprenden.

Es valorable saber la opinión del resto, siempre y cuando sea el momento y con las personas adecuadas. El valor de la opinión del resto radica, por un lado, que podemos ver el resultado de nuestras acciones; tenemos la posibilidad de mejorar, de reconocer errores y de cuestionar convicciones; podemos saber quienes te conocen de verdad, quienes merecen tu aprecio, quienes buscan ayudarte a través de las palabras, quien te quiere, te valora y te respeta; por otro lado, podemos saber cuán diferente piensas con el de al lado e incluso con el resto de las personas; reafirmas tus convicciones y buscas cómo defender tus ideas, tu forma de ser y tu forma de actuar; te das cuenta de cómo las personas pueden hablar tonteras sin tener idea de quién eres y porqué las cosas son así, te desilusionas de cuán fácil es para algunos hacer juicios y prejuicios a raíz de lo que simplemente ve o de lo que creen conocer, te hiere y te molesta la intolerancia y la mínima comprensión, te das cuenta cómo las palabras se transforman en piedras.

En fin, aunque puede ser difícil, es mejor escuchar y tratar de ser crítico y autocrítico, quizás es una de las formas de ser mejores personas, crecer y comprender lo que nos rodea y eso me gusta.

2 Comentarios:

Blogger Amaru dijo...

Concuerdo bastante con usted señorita Fabiola, y me gustaría hacer algunos alcances:

1) Para que la opinión -o la enunciación discursiva- sea válida, ha de serlo primeramente quién la enuncia. Por lo tanto, si el interlocutor no es válido, muchos menos lo será su interlocución. O, por lo menos, le quita validez.

2) Como ya habíamos comentado, una de las posibilidades de hacernos reales es a través del Otro. Por lo tanto, nuestras realizaciones en el Otro son partes de nuestra realización como ente homogéneo. Esto significa -como usted lo dijo-
que como nos vea el otro es, en parte, como somos. Pero debemos también diferenciar las apreciaciones más certeras de la mera imaginería de los demás.

3) Al decir "el resto" significa que hay un núcleo de personas que no lo son, y que conforman nuestro núcleo de personas importantes. Me parece muy importante dar cabida a "el resto" de las personas, pues nunca es sano acotar las posibilidades en un grupo selecto. Esto significaría una merma en nuestro relacionar y en nuestra visión pluralista de las cosas.

Hace rato que quería escribir algo medianamente meditado, ya me estaba aburriendo. Gracias por dar el pie para hacerlo. Siempre disfruto mucho de lo lúcido/lucido de sus textos. Sí, ya sé que me puse fome, pero bueh. Saluditos Fabiolilla y discrimine bien :)

octubre 01, 2007 11:45 p. m.  
Blogger Smirko dijo...

El resto es el resto y nuestra apariencia no es mas que eso,
nuestra esencia no se da por lo que una o otra persona pueda ver. Y si, claro que es importante lo que dicen los demás pero de ahí a regir nuestros actos por ellos hay una gran diferencia, el cambiar por estar preocupados por lo que dirán los demás sólo nos hace actuar de una forma tal que no se arrepentirá el resto sino que uno y tus cercanos.

Te quiero mucho amor

(aunque no duermas en las noches pensando en "eso")

octubre 03, 2007 1:03 p. m.  

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