ADVERTENCIA: No lea esto, es puramente corriente de la conciencia, no tiene comienzo ni fin, es un lapsus de tiempo y espacio perdidos en el universo de mis miles de ideas.

Estoy comiendo papas fritas y ya estoy aburrida de comerlas, pero las como porque estoy sola y no quiero hacer otra cosa... siempre me pasa esto con la comida, no puedo dejar hasta que se acabe, debe ser esa enseñanza de mi madre: "Te debes comer todo, porque hay niños en Àfrica muriendo de hambre".

En fin, nada que ver lo que estoy escribiendo... (estoy pensando y comiendo papas)

Aunque quizás igual tiene relación con lo que estoy sintiendo, o sea mi cuerpo expresa mi forma de ser en todos los sentidos de mi vida, qué terrible!!

Ahora que lo pienso, muchas veces me ha pasado que me empeño en algo y no lo dejo aunque lo más sano sería preocuparme de otras cosas...

Me explico... no, para qué yo me entiendo.

(Sigo comiendo)

La cosa es que la comida es una cosa, eso es difícil cambiarlo, llevo años así... pero en otros sentidos debería darme cuenta por fin que ya no valen la pena seguirlas haciendo, en cambio, hay otras cosas que sí valen la pena y de ellas debería preocuparme.

Esta semana tuve días malos y más encima ni siquiera vale a pena, todos me lo dicen... pero qué dificl es dejar que las cosas pasen, que todos se vayan, olvidar y recordar sin rencor, aceptar los caminos de la vida y comprender la diversidad de opciones.

Recordé un poema:

Poema Cuando Todos Se Vayan de Jorge Teillier

Cuando todos se vayan a otros planetas
yo quedaré en la ciudad abandonada
bebiendo un último vaso de cerveza,
y luego volveré al pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.
Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.

Como una araña que recorre
los mismos hilos de su red
caminaré sin prisa por las calles
invadidas de malezas
mirando los palomares
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi casa
donde me encerraré a escuchar
discos de un cantante de 1930
sin cuidarme jamás de mirar
los caminos infinitos
trazados por los cohetes en el espacio.

Puta que es lindo este poema. Si algo hermoso que me ha dejado la vida, es darme cuenta que la poesía es bella. Ojalá no se vaya, como se me han ido tantas cosas lindas.

Yo soy como este poema, me cuesta aceptar que todos se vayan, y me empeño en hacerlos volver a mi vida y que todo siga tan bien como antes, así como yo quiero, soy testaruda, me imagino cuando sea abuela...

(Prendí un cigarro)

No, no quiero ser una abuelita testaruda, a ellas no las quieren mucho.

Quisiera entender de consejos, quisiera aceptar las palabras. Quisiera aceptar las derrotas y los errores.

Quisiera tantas cosas, siento que soy carente de querer, que estoy como sometida a mis pensamientos a mis penas eternas y a mis recuerdos.

Quisera ver mi ahora y preocuparme por ti. Lo siento tanto. Siento tanto ser egoísta, porque sí, soy muy egoísta quiero que me comprendan, pero cuando me toca a mí...

(Lluvia de chanes, jajajaja)

Pero ya vienen la vacaciones, al fin, tendré tiempo para pensar y, por supuesto, para hacer tantas cosas. El tiempo ahora se detiene, se detien pra tomar decisiones y hacer lo que de verdad me gusta.

(se acabó mi cigarrillo, voy a comprar)