Por fin, vuelvo a vivir

Y yo que pensaba que estaba sola... a veces uno se encierra tanto en su dolor, en la pena, la angustia y se transforma en un ser tan egoísta que deja de velar por su propia felicidad. Desperdiciamos tanta energía, tanto tiempo, tantos momentos que no volverán. En un momento pareciera que nunca pasará, que todo se acaba y que ya no queda nada ni siquiera la esperanza de un mañana mejor.

Nada es suficiente para esa carencia, ese espacio vacío, ese dolor cerquita del corazón, uno se deja llevar por ese ir venir de malos recuerdos, de añoranzas, de pensamientos ilógicos. Y uno vive la vida sin vivirla, porque nos terminamos de convencer que no hay más que pasado y nada se puede construir para el futuro.

Sin embargo, llega un día en que una sencilla conversación con una amiga, el reto nunca bien ponderado de los padres, la letra de una canción y la dulce mirada de alguien especial te remecen y te hacen sentir de nuevo la vida correr por la sangre. Y la vida te llega y te reclama vivir, recuperando el tiempo perdido, descubriendo el presente y mirardo hacia el futuro con sueños y deseos.

Así, las ideas para ser feliz hacen fila, esperando su turno, las emociones son nuevas y las sensaciones son curiosamente placenteras, hasta sacan carcajadas aún estado sola., incluso cuesta dormir pnesando tantas cosas lindas.

Increíblemente no hay problemas, sólo preguntas y respuestas rápidas; ¿familia? sí, bien, cada uno por su lado, ¿amistad? pocas, pero únicas e irremplazables, ¿trabajo? absolutamente necesario, ¿universidad? lento, pero se hace lo que se puede, ¿pasado? pisado, ¿presente? agrandaría cada segundo para irme lentito por la vida y no descuidar ningún detalle de ella ¿futuro? quiero seguir siendo feliz, ¿acerca de mí? cerquita mío lo siento, mi principe, quien me ha rescatado de mi castillo donde estuve durmiendo por mucho tiempo y con quien ahora camino de la manito, creyéndo y confiando en él, en la personas, en mí. Por fin, vuelvo a vivir y a sentir como nunca antes lo hice.