Límite

Siento que tengo como fuego en las manos, que podría salir corriendo y huir lejos de aquí. Tengo todo para renunciar... o quedarme aquí o... hacer eso que hace la gente optimista... luchar, enfrentar, superar y todas esas mierdas juntas.

Estoy en el límite, en el límite donde uno puede caer y morir. Debería quedarme aquí un rato a descansar, tanta gente lo hace, despertar y quedar desocupada, pero algo en mí me obliga a vivir esta vida de mierda, a arrastrar este cuerpo cada vez más inclenque, que si no es un resfriado que se transforma en todas las -itis, es la diabetes que me acecha, el ejercicio me cansa el triple, tengo sueño, tengo hambre, tengo angustia, necesito un maldito chocolate, café, un cigarro.

A veces cuando estoy sola me tiemblan las manos, evito los filos, quedo en blanco, fijo la vista en un punto pensando en nada, imaginando nada, deseando nada, como si esperara algo... y nada, no hay nada, sólo sé que este es mi límite.