miércoles, febrero 18, 2009

Para reírse de sí mismo

En la vida uno va evolucionando, o involucionando en algunos casos, por lot anto, nos toca ser alguna vez la mejor del curso, la hija ejemplar, la oveja negra, la alchólica, la infiel, la polola ideal, la víctima, la rompe momentos, la éxitosa... y si algún día llegas a sentirte patética en alguna etapa de tu vida lo único que te puede consolar es que todos en algún momento de su vida también pasán por ello.

Los patéticos del mundo no están solos!!!!

Atentamente, Fabiola y Margarita, las patéticas del verano 2008

viernes, febrero 13, 2009

Me gustaría

Me gustaría que por la noche entraras a mi cuarto y durmieras conmigo como tantas noches lo hicimos. Sin enojarnos eso sí, porque muy pocas noches no discutimos o pasamos un mal rato..., de hecho, creo que sólo fueron las primeras noches que estuvimos felices.

Sólo quisiera que llegaras y te recostaras a mi lado, cruzaras tu brazo bajo mi cuello y me abrazaras. A oscuras sentir tu respiración y que me repitas que me amas y que nunca me dejarás, aunque ambos sepamos que es una gran puta mentira, que ya no me creo gracias a ti.

Me gustaría despertar y que me lleves el desayuno con un vaso de agua, un café cargado y tostadas... esta vez sin habértelo pedido y sin que me preguntes detalles, porque no sé qué tipo de daño cerebral tenías, pero siempre preguntabas cosas obvias o lo mismo del día anterior... mentías bien, pero actuabas mal al día día y yo bruta me lo creía igual y podría haber estado para siempre conformándome con tus palabras huecas, con tus caricias que sólo eran por necesidad y con tus detalles que seguro utilizas con todas con las que se te da la gana...

Me gustaría volver a esperarte mientras te bañas y verte llegar al cuarto y ponerte tu perfume, con ese olor tan común, pero que ahora es sólo tuyo y mientras voy por la calle al respirarlo me hace dar vuelta para encontrarme con nuestros recuerdos cuando pensaba que eramos felices. Y me gustaría verte vestido con la camisa que te regalé... te veías tan bien con ella, lástima nunca me hiciste caso al comprarte ropa... porque tampoco nunca tenías dinero para comprar nada. Trabajaste una par de días y te ahogaste, le tenías alergia al trabajo o al esfuerzo... al final siempre pagué las salidas a comer. Sólo tenías la plata para comprar cerveza con tus amigos, pero como eran todo malitos para los estudios y el trabajo, tomaban en la calle, ¡¡¡hasta te llevaron detenido!!!, por Dios, y yo tonta pero tonta preocupada por cómo pagarías la multa.

De todas maneras, siempre quise estar contigo compartir con tus amigos, con tus compañeras, con las polillas... que me imagino cómo deben haberse reído de mí cuando les contaste que lloré cuando me dejaste por quién sabe quién y empezaste a andar con la carita de pajarito que me saludaba con toda su sonrisita de niña buena cuando estabamos juntos...

En fin, me gustaría que vinieras y me mintieras como antes, aunque sólo fuera una noche. Para volver a creer, para volver a sentir sin dudar, sin tener miedo, para volver a ser tan estúpida. Me hubiera gustado que nunca me hubieras dejado de mentir y nunca haber sufrido como lo hice... porque ahora me gustaría creer y ya no puedo.