lunes, noviembre 30, 2009

Quiero paz (Eduardo GATTI)

Cuanto demora el hombre en entender
Cuanto demora en discernir
Esperaré hasta que salga el sol
En triste y bella oscuridad
Tarda la flor para abrir
Tu pecho al fin, tu corazón
No sé si mucho sé o poco al fin
Solo sé que te quiero a tí
Quiero paz quiero una pausa
Quizás morir de amor en tu mirada
Sin pasado, sin temores
Y sin prejuicios que me nublen
Y en este barco de soledad
Navegan todos, a donde va
Atardecer, silencio, respiro hondo
Después de días trabajar
Me vi en tus ojos sin querer,
Caí profundo, amor quizás
No sé si mucho sé, o poco al fin
Solo sé que te quiero a tí
Muere el tiempo, se abre el silencio,
Contestame, abrázame
No sé si mucho sé, o poco al fin
Solo sé que te quiero a tí

domingo, noviembre 29, 2009

Sonrisas forzadas

Las salidas familiares eran las más esperadas, desde siempre me gustaba tener la oportunidad de ver reír a mi mamá con su gente y bailar con mi papá la música onda disco. Siempre me gustó compartir con los tíos, tías y primos.
Ayer yo esperaba igualmente esta salida, pues quizás encontraría un poco de la luz y brillo que necesito para seguir adelate.
Sin embargo, después de los años de ausencia, volví y no puedo dejar de sentirme un poco distinta...
Y ayer la luz y el brillo acentuó las distancias. Hubo risas, fotos y bailes con todos, pero yo no estaba allí, era sólo una muñeca de pelo azul. Nadie allí sabía cómo es mi vida. Esta noche fue de todos, menos mía, yo estaba lejos de allí. No saben que trabajo de mesera, que quiero irme de casa, incluso, aún se sorprenden de verme fumar, no tiene idea de mis pensamientos, de mi forma de pensar, de mi vida, y los que lo saben, mis padres, les da vergüenza, tiene rabia en contra mía... y ya no hay risas ni bailes conmigo.
Así, que anoche, por las apariencias que le preocupan tanto a mamá, no me quedó más que forzar unas sonrisas, bailar con mis primas y quién sabe quien en el mundo dónde estaba yo consolando mis angustias.
Quizás, podrían volver las risas y los bailes, entregando mis decisiones a las obligaciones, sugerencias y peticiones de los requirimeintos familiares. Puesto que pareciera que nunca entenderán que mi vida ha cambiado, que ahora yo soy más yo.
Tendré que vivir ahora noches de sonrisas forzadas, entre disfraces y apariencias, fotos sin brillo ni luz más allá del sintético y la iluminación de la espera de espejos. No me quedan más que cigarros solitarios y tazas de café, que contienen mi cansancio y mi ánimo.

sábado, noviembre 28, 2009

Donde ya no estamos

En el breve espacio donde ya no estamos, quedó mi olor y yo me traje el tuyo en la piel. Aún puedo sentir tu respiración, evocar el escalofrío cuando me besaste tras el cuello y, luego, el inicio de mi columna, acariciando mi pelo, entrelazando las piernas, compartiendo suspiros y agitación.

Cerquita el uno del otro.

Hoy te siento como el amor que sueño y deseo, pero cada vez que me propongo demostrártelo, te veo y sé que has estado con ella o que, pronto, te buscará y yo estaré ahí y no dejará de hacerlo nunca, porque están unidos para siempre... entonces, allí me sabes al peor sentimiento que nos separa y las asperesas se confunden con el pedazo de cielo que mostraste...

Y yo podría darte una canción con mi derecho a amarte, pero tengo miedo que vengas tú un día y lo desprecies, tengo asco de que ella venga y nos interrumpa a cada momento y que siga destruyendo cualquier cosa que nosotros hayamos construido, y no puedo, no puedo seguir sabiendo que vuelve una y otra vez, y tú tienes que estar ahí.

No puedo darte una canción con mi derecho a amarte, si un día te vas y todo lo que habré hecho por nosotros, será el fin para terminar sola, qué haré yo cuándo te des cuenta que conmigo no hay dos caminos paralelos, ni en la realidad ni en mis desvaríos. Estás en todos mis pensamiento, en todos mis sueños y, también como tú conmigo, creo y siento que como tú no habrá nadie, pero, amor, tampoco, tenemos que seguir sufriendo...

lunes, noviembre 23, 2009

Quiero esta canción para mí

Intenté no irme, no huir e igual se han roto mis ilusiones, ahora, soy el breve espacio donde no estoy y tú... tú vuelves y me esperas, pero no sé si pueda volver... Quiero saber que así como somos podremos amarnos...

El breve espacio en que no estás (Pablo Milanés)

Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad.
En la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio
en que no está.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará.
Rompe todos mis esquemas,
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio
de lo que da.

Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.
No comparte una reunión,
mas le gusta la canción
que comprometa su pensar.

Todavía no pregunté "¿te quedarás?".
Temo mucho a la respuesta de un "jamás".
La prefiero compartida
antes que vaciar mi vida.
No es perfecta, mas se acerca
a lo que yo, simplemente, soñé.

sábado, noviembre 21, 2009

Tu silencio (Bebe)

Como quien tira de una cuerda que se romperá,
tirar, tirar, tirar, tirar, tirar...
Como sin darse cuenta rozar un poco más,
los ojos han cerrado para no afrontar
que el aire es de cristal,
que puede estallar,
que aunque parezca extraño, te quiero devorar.
Que el aire es de crital,
que puede estallar,
que aunque parezca extraño, te quiero devorar.

En una esquina de su boca se dejó estrellar,
como la ola que se entrega a la roca,
perdida en el abismo de unas manos sin final,
tan grandes que abrazaban todos sus planetas.

Ahora no estás aquí,
ahora no estoy aquí,
pero el silenció es la más elocuente forma de mentir.
Ahora no estás aquí,
ahora no estoy aquí,
pero el silenció es la más elocuente forma de mentir.

En tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mi cuerpo habitó
un trozo de tu olor,
en tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mis ojos habitó
un trozo de dolor.
Ahora estás aquí,
ahora estoy aquí,
abrázame para que piense alguna vez en ti.
Ahora estás aquí,
ahora estoy aquí,
abrázame para que piense alguna vez en ti.

En tu siilencio habita el mío
y en alguna parte de mi cuerpo habitó
un trozo de tu olor,
en tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mis ojos habitó
un trozo de dolor.
En tu siilencio habita el mío
y en alguna parte de mi cuerpo habitó
un trozo de tu olor,
en tu silencio habita el mío
y en alguna parte de mis ojos habitó
un trozo de dolor.

Que el aire es de cristal,
que puede estallar,
que aunque mis labios no hablen,
te quiero devorar.

miércoles, noviembre 18, 2009

Poesía

Llegando del trabajo, estudio, mientras estudio tomo café, entre sorbo y sorbo lo recuerdo a él, a veces me cae una lágrima, a veces me sonrío con alguna peculiar imagen del pasado. Me consuelo escuchando música, quiero fumar, pero eso no puedo hacerlo aquí. Pronto en mi espacio podré hasta tomarme un trago, porque con el café duele el estómago.

En unas horas, tengo prueba... una prueba de poesía, poesía romántica, como es esta vida conmigo, suficiente tengo con mi tristes días y, más encima, Machado me llena de melancolía, evocación, nostalgia... Habrá un hombre en el mundo tan sensible, tan sublime como él. Creo que no es posible ya. Los románticos pasaron de moda y el amor se puede joder en este momento. Ya no hay quién se dé el tiempo de hablar bellamente para la amada, y no es de ser un baboso, no, es buscar la imagen perfecta, breve y sencilla que representa los detalles y encarna el sentimiento, la pasión.

Es tan difícil encontrar las palabras para expresar lo que siento, nunca he sabido hacerlo y ya he perdido tanto...

Ojalá esta noche, pudiera encontrar la imagen perfecta para encarnar esto que tengo ahogado en la garganta, ojalá en esta noche las estrellas me dijieran que estás pensando en mí, como lo haces cada noche antes de dormir.

Ahora poesía, por favor.

domingo, noviembre 15, 2009

Esperando

Cuántas veces me ido pensando que es una despedida definitiva y has vuelto y yo... ahí he estado. Tendré que partir yo para que veas que no vuelvo. Me verás ir y me reprocharás lo que no he hecho, sin contar lo que he dado y no espero nada más, porque esto se me ha creado costumbre; despedidas mal entendidas, sofocadas y desvaloradas... de amores que por alguna extraña razón me dejan sabores más amargos que dulces, con ocultos deseos de que algún día vuelvan, quizás, en otros cuerpos, en otros momentos y se queden conmigo para siempre.

Sólo me alegra el amor propio, que sin notarse para el resto, me deja seguir viviendo, me deja con la recóndita idea de haber hecho mucho, de haber sido amada, pero no como yo quería, no como yo lo necesitaba y puede ser algún tipo de obsesión, pero me queda la espera.

Esperando que algún día, vagando en mis pensamientos y en mi vida, alguien siga mis huellas.