lunes, octubre 16, 2006

Un puerto

Por esas casualidades recordé mi pasada por el puerto, y recordé también aquellas noches de risas y tragos de no muy buena reputación.

Viajé con algunos amigos, sabiendo desde siempre que era una mera excusa. Para encontrarnos, con cada uno y con el resto.

Hoy, esos días me saben a nostalgia, a nostalgia de colegio, de abrazos y besos de amistad, a nostalgia de ocio en su sentido más exacto.

Quizás no falta un puerto, desde donde embarcar un rumbo y también al cual arrimarnos ante la inclemencia de madre natura. Un puerto, como principio y fin. Un puerto.

miércoles, octubre 04, 2006

Citadino


Probablemente creamos eternamente que por ser de esta ciudad tenemos todo listo, pero, muy a nuestro pesar, no es así.

Los problemas en esta ciudad, desconosco los de otras, suelen sobrepasar nuestras capacidades. Por lo general, estamos inmersos en un desconocimiento del otro increíble. Pensamos que está bien escoger por él o aconcejarlo, ¡pero si ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos!

A veces nos sentimos insignificantes frente a la multitud, otras, nos da un nido de impersonalidad, las menos, satisfacción en aquella pérdida de identidad.

Esta ciudad es sucia, de ideas estúpidas, totalizante, torpe, fugaz y triste. No hay nada más triste que verse a uno mismo corriendo para alcanzar un microbús.

Ninguno de nosotros pensaría que dependemos de esta ciudad, pero es así. ¿Acaso nunca les ha pasado que si se corta la luz en casa no tienen nada más que hacer?

Aunque sienta todo esto frente a esta ciudad es mi ciudad, yo la vivo y siento todos lo días y no sé que haría sin ella.