jueves, junio 25, 2009

Nada me puede sorprender

Somos tan parecidos unos a otros que la vida se me repite en cada rostro, en cada conversación, en pensar en los que ya no piensan en su vida. Entiendo que cada uno viva su vida de la manera que mejor le plazca o de la manera en que creyó que podía vivir, esto constituye la esencia de cada uno.

Reconozco ser como todos, tengo una vida, puedo sentir amor, compasión, también puedo sentir envidia, odio y, tal vez, también he pensado en ser arribista y ambiciosa... pero, en mi esencia, frente a las circunstancias yo he decido vivir la vida para construirme, no para destruirme ni destruir al resto o ser superior a alguien.

No quiero que la vida me diga cómo debo ser, no, yo quiero decidir cómo soy. No encuentro justificación a las personas que se dejan llevar por esta vida cada vez más egoísta e individualista, yo creo que no podría vivir tranquila pasando a llevar a quienes me rodean y, menos, a quienes estimo o me estiman.

Lamentablemente, ya nada me puede sorprender de las personas, a pesar de que, en el fondo, uno siempre espera un poco más de esta humanidad.

lunes, junio 22, 2009
















Mi papi, el único hombre que nunca nunca me dejará sola. El único que me secado las lágrimas, que se ha preocupado por lo que pienso y siento. El único que en el fondo me ha aceptado como soy.

Te amo mucho y no sabes cuánto quisiera haber sido una mejor hija para igualar de alguna manera el gran padre que has sido conmigo.