viernes, marzo 30, 2007

Ojitos

Dicen que los ojos son reflejos del alma. Yo no lo creo.

En estos tiempos, se nos ha convecido involuntariamente de que el alma es intangible y tan abstracta como innecesaria, por esto hemos perdido su valor. Ahora sólo lo concreto es válido.

Si de un día para otro los ojos reflejaran el alma, nos decepcionaríamos de las apariencias y nos avergonzaríamos de nosotros mismos. Tendríamos que ocultarlos bajo grandes gafas, pues no resistiríamos andar con el alma expuesta al juicio de los demás.

Aunque, también podría ser la oportunidad para preocuparnos de los pensamientos que se refugian en el alma. Y quién sabe... Quizás, cuando nuestras miradas se cruzaran, dejaríamos de juzgar desde el bien y el mal, y nos esforzaríamos en comprendernos.

Quizás así dejaríamos de ser una apariencia y seríamos más humanos.

viernes, marzo 23, 2007

Yo quería vivir en la luna

Recuerdo esos años que hablé y jugué poco, Comí y lloré mucho. Recuerdo ese tiempo que todo tenía una respuesta y había tiempo de sobra para imaginar.
Cuando yo era más pequeñita, creía que los programas de televisión (especialmente las teleseries mexicanas) eran reales, y que, seguramente, yo tenía algún canal para mi vida, por eso siempre miraba el techo, pues buscaba las cámaras de televisión.

Me negaba a creer que la tierra era redonda, porque me interesaba más la imagen de mi libro de la básica con los dragones dónde se caían los barcos. Así que siempre me pareció más seguro viajar en un globo aerostático.

Recuerdo que mucho tiempo me empeñé en buscar a Dios en el cielo, pero, cuando enterraron a mi abuelo en un hoyo, y me dijieron que él iba con Dios, me convencí un tanto decepcionada de que Dios estaba abajo de nosotros.

Le tenía miedo a la muerte, no a la mía, sino a la de mis padres, tenía miedo de quedarme sola, y le tenía miedo al fin del mundo. Recuerdo que una vez jugando al pillarse un compañerito me hizo una zancadilla, me caí y me rompí las rodillas y las palmas de mis manos, recuerdo la sangre corriendo por la carne abierta, desde ahí le tuve miedo a la gente, a caerme y al dolor. Nunca más jugué.

No me gustaba pensar, aunque siempre lo hacía y me angustiaba mucho. Era más entretenido imaginar. De todas maneras, ambas cosas jugaron libres en mi mente y lograron consiliarse mucho tiempo.

Me hace mucha gracia recordar que, mientras estaba en la escuela, imaginaba que llegaría a buscarme Tuxedo Mask y me llevaría a vivir a la luna, y ahí sería feliz mirando desde lejos este mundo decepcionante y temible.

Yo quería vivir en la luna, no sé que salió mal, ahora estoy en Plutón.

sábado, marzo 17, 2007

Escapando un segundo
















Escapando un segundo de un entretenidísimo trabajillo, encontré esta foto que me encanta, me hace recordar cuán feliz fui contigo, Amaru.

Teníamos esa sensación de poder hacer todo y no importaba qué tan ridículo era, porque eramos felices como lombrices, y nos reíamos de la gente que nos quedaba mirando. ¿Te acuerdas?, jajaja.

Teníamos locura, que nos hizo tanto bien.

jueves, marzo 08, 2007

Porque eres tú, la mujer que amo


Feliz día señora Isabel!!

Quisiera decirle tantas cosas, señora Isabel... quizás abrazarla y decirle que la amo, que es la mujer que más amo y amaré en mi vida, porque es !mi súper mamá!, pero tengo que esperar aque llegues en la noche y me digas:
!Fabiola, está todo cochino!
Pero no importa, te lo diré igual y aunque no te vienen lo abrazos ni los besos, igual te los daré.

Escribiría más, pero no tengo tiempo, así que feliz día a todas!