lunes, junio 30, 2008

Un alma sensible

Los que compartimos un alma sensible, perceptiva a lo sublime, sabemos leer un libro y gozar con cada palabra. Nos alegramos, nos entristecemos, nos introducimos, nos identificamos, quisieramos sacar citas y aprenderlas para no olvidarlas...

Y, es así, quienes esperamos un amor ideal y ya hemos batallado en guerras perdidas hasta las últimas esperanzas nos perdemos enla fina línea que separa la realidad de la ficción, pues parece que encontramos el romanticismo en los mundos posibles y está negado para el mundo real.

Entonces, es imposible no querer ser una Jacinta, la mujer virtuosa; no identificarnos con la pasión de una Fortunata; incluso, envidiar a la doña de los Pavos con su moral y rectitud únicas. Cómo no odiar a un Juanito Santa Cruz o no tenerle piedad a Maximiliano.

El que tiene un corazón que no conoce fin y una alma caprichosa inevitablemente prende su cuerpo con un bolero que alumbra los recuerdos más amargos o las ilusiones más tiernas... una Roja boca, un Entre el cielo y la tierra, una Medianoche o un Antes de amar de nuevo...

Para qué hablar de quienes compartimos este amor en los tiempos del cólera al son rítmico y tibio de un Marc Anthony u Oscar de León...

Para nosotros tomarse las manos con un movimiento dulce y delicado y un abrazo apretadito es el enlace de dos almas, no sabemos de fin, no sabemos olvidar.

jueves, junio 26, 2008

Lago Budi

Tengo tantas ganas de escribir todo un día, no sé me siento llena de ideas y me encantaría dedicarles más tiempo. Pero el tiempo se me acaba, porque las responsabilidades me mantendrán desde ahora más atada a la rutina y a la presión. Sé que no seré la primera ni la última... Me faltará tiempo, el tiempo me agobiará y le pediré al día que tenga más horas, en fin...
Así es cuando comprendes que de amor no se vive, sino de dinero.




Sin embargo, me alivia pensar que un día cuando me retire de esta ciudad, cuando esté más cerca de mis anhelos, cuando vea por la ventana de mi hogar este lago. Sentiré que todo esto que he vivido lo volvería a vivir para disfrutar aquella felicidad y tranquilidad que encontraré al mirar la pradera, ver el humo de las casas con chimeneas, los niños caminando a la escuela, las madres haciendo pan y los hombres en la mar buscando el sustento.

Y yo dedicaré mi vida a esas familias, a los niños les contaré que son afortunados de vivir allí, que su tierra es hermosa, rica y desconocida, que la deben valorar y defender como lo han hecho sus antepasados.

Aprenderé aquel idioma que me acercará más a la naturaleza, de donde vengo, estaré allí donde debo estar, donde el viento dice mi nombre en ráfagas que azotan las casitas de madera y resuena el choque del mar con el Lago Budi.

Quizás, ahora no tendré tanto tiempo, pero un día estaré allí y el tiempo será infinito, me bañaré en esas aguas, caminaré por los cerros y mis hijos respirarán ese aire limpio y tranquilo.

Por fin

Cuando lo recuerdo no dejo de sentir un escalofrío. Yo no lo esperaba, pues había confiado en haber elegido, al menos, a una persona sincera. Había conservado este último pensamiento como un consuelo, como una justificación para no aceptar el fracaso nuevamente.

Sin embargo, en un par de segundos se me cayó al suelo y quebró una parte de mí. Me sentí pequeña, inofensiva, víctima y creí morir otra vez. Pues, pasaron frente a mis ojos los peores recuerdos de mi vida y se sumó este cuadro que explicaba tantas cosas. Y caí de nuevo en este abismo horrible de la decepción total.

Porque, aunque me quedaban dando vuelta aún las últimas palabras y la sombra fría alejarse, sentía que era la mejor opción. Pero verte caminar de la mano con una niña, porque es una niña,... me hizo ver la otra realidad, esa realidad que tapé con un dedo: yo tuve la culpa de sufrir porque sabía que esto pasaría y me tragué mis excusas por no sentirme sola.

Lo sabía porque nada se podía esperar de una pareja que no sabe respetar a nadie... desde el primer momento lo supe, pero siempre me digo: conmigo será distinto, va a cambiar, su amor es sincero... pamplinas, la burra vuelve al trigo, no más.

Ahora bien, independiente de esta pequeña muerte, de esta desilución total, más me convenzo que fue la mejor opción. Porque me siento liberada de no haber perdido nada, pues nada valía. Todo lo contrario, más bella me siento caminando sola, sonriendo con los detalles, y riéndome de las vueltas de la vida. Ahora soy una convencida de que cada día que no es perfecto es una oportunidad para que mañana sea mejor. Porque tengo esperanzas y fuerzas que se llenan de vida, por fin, comprendí que es mejor vivir en la espera y no forzar al tiempo ni conformarme con lo que bota el viento, porque yo soy mucho para tan poco y ahora tengo que preocuparme de mi vida.

lunes, junio 23, 2008

Vino tinto

Fue el vino tinto el que encendió el calor de aquella noche. Pues, aunque mis sentimientos estén hibernando, por mi cuerpo sigue corriendo sangre.

Ya cuando las ideas me las bebía en el tinto, produciéndome esa risita incontenible, llegó, en horas irreales, la gota que rebalsó la copa. De fondo sonaban melódicamente las risitas y las bromitas burlescas de los emparejados. Nunca sabré si él percató algo especial en mí, sin embargo, yo recuerdo que él no era el más guapo del mundo, pero, juro, que era más guapo que cualquiera.

Simplemente se me acercó y me ofreció sus labios. Creo que se llamaba Silencio y estaba solo. Le saqué algunas palabras hasta que concluí que él era el hombre más extraño del mundo, aunque ahora pienso que solamente estaba un poco más tocado que yo. Coleccionaba amores oxidados y no era precisamente un inmaculado. No esperaba nada de las mujeres. No obstante, sus besos sin amor, un poco torpes, no dejaban de ser tiernos. Tenía una sonrisa que escondía sueños incomprendidos y por los ojos se le salían la esperanza y la felicidad.

A pesar de que el pacto fue si te veo no me acuerdo... su paso dejó un tantito de él aquí.

sábado, junio 21, 2008

Yo aún confío

Cuando sus ojos negros me buscaban, cuando de aquellos brotaban lágrimas, cuando esos otros me odiaban, yo me quedaba allí, mirando los espejos llenos de verdad y creyéndome las mentiras que salían de sus bocas.

A veces Dios da gritos por aquellas ventanas del alma y nosotros las vemos como quien mira al cantante ciego que pide limosnas. Sabemos que allí está, pero es mejor ignorarlo y seguimos adelante en aquel camino que, sin duda, para nosotros es más importante.

Y allí vamos como caballos de carrera con metas, pero sin sueños, sin importarnos descubrir la verdad, porque la verdad es muy compleja y la vida no debe ser compleja. Porque hay prioridades y es más importante el dinero, la estabilidad, la armonía familiar, la jarana, los hobbies, los amigotes, el fútbol, la serial...

Pero ese no es tema, hoy lo que me importa es la verdad en los ojos como si fueran guiños de Dios... Pues así, yo quiero encontrar unos ojos que se abran como una rosa en el amanecer, como cuando suena el viento, como cuando el cielo se nubla; que me maravillen, me remezcan, me señalen qué pasará. Y, esta vez, estrenaré el juicio al contrastar lo evidente de sus ojos con las palabras de su boca, que son aire, pero yo sé que en algún lugar de este mundo habrá quién las sepa utilizar para bien.

Yo aún confío en que un día Él me guiñará y yo he de sonreír.

jueves, junio 19, 2008

Pensamientos por Facebook

¿Intereses?, ¿actividades?, ¿citas?....

En la dependencia me he fundado. No tengo más carácter que el que las circunstancias me han formado. No he podido ir más allá del hecho, de la acción, del momento, de las personas que han pasado por mi vida. En ellos me he apoyado para justificar mis valores y mi lógica.

Ahora que ya no hay más que recuerdos de quienes fueron mi apoyo, en realidad, ahora que no hay más lejanía y olvido, he quedado suspendida en el aire como una minúscula partícula en el inmenso universo.

No tengo intereses, no tengo actividades, no tengo citas que puedan decirse en mi perfil, porque no es mi perfil. Yo... yo soy yo y no tengo nada más. Me estoy armando en cada momento. Lo único que sé es que ahora vivo para hacerme vivir. Porque yo nunca estuve más viva que hoy... y nunca tuve más miedo.

Y ya tengo varias tentaciones (para mi sorpresa)... y tengo una seria tendencia a involucrarme (grave defecto), esa puede ser una mala mezcla...

Por ahora puedo decir, intereses: fumar, actividades: fumar, citas: "esto te está matando, gobierno de Chile".

Pues, fumo y en la oscuridad del pasillo corre el humo, se levanta y se pierde, inhalo y exhalo. Es un gran cigarro este, en él me fumo mis desánimos, pues sólo dura mientras prende y entra en mí para envenenarme. Cilíndro nicotínico, cilíndro melancólico.

Y cuando termina ¿qué? intereses: pensar qué hacer, actividades: hacer cosas, citas: más vale cien pájaros que uno volando... o ¿no es así?... no sé, no soy buena para esas frases hechas... ah está sí, cita: a buen entendedor pocas palabras... ¿o tampoco?

martes, junio 17, 2008

La ideas en el aire

Dibujaba un trazo en mi mente sin lápiz, hilaba ideas sin juicio, hice y dije cosas que no tenían sentido. Hasta que finalmente me perdí, hubo días en que no sabía qué hacer, con quién hablar o en qué pensar.

Viajé un tanto perdida en el tiempo y en el espacio, miraba para atrás y dudaba si alguna vez algo había valido la pena. Mi pasado se me configuró como una antigua tira cómica sacándo imágenes de un colash de fotografías subrealistas. Hay detalles que perdí y hay conexiones que aún no comprendo...

Pues, hice de mi vida una cosa inútil, vacía. Me dejé convertir en una marioneta triste que se dejaba llevar por los finos hilos de la frustración, el rencor y la desdicha. Borré los buenos recuerdos, desaproveché el día a día y me estanqué en guerras perdidas. Olvidé ser feliz.

Pero, al menos, la ideas ya no vienen de golpe; se almacenan y se ordenan con tiempo. Poco a poco las ideas ya no están en el aire y se fusionan con las convicciones y las acciones.

Anduve perdida, ya no. Incluso creo que esta web ya no se debería llamar así...

lunes, junio 16, 2008

Lucidez

Tengo ganas de contarte cómo es mi vida sin tu vida. Como han cambiado las cosas, como me arrepiento de tantas decisiones, empezando por esa noche en que te subí a mi auto y a mi vida, como cuando me dejaste en esa esquina con un papel entre las manos diciéndome que nunca te dejara.

Pues, te confienso, nunca lo he hecho, si tú hubieras vuelto, yo hubiera ido a abrazarte y hacer borrón y cuenta nueva, porque nunca dejé aquella esquina, siempre estuve esperándo, siempre esperando que volvieras. Me quedé como tonta mirándo como te pedías y en unos buenos día te he encontrado por allí caminado en la playa, en el centro, en el metro...

Te moldearía tu cara de nada con una sonrisa y una mirada perdida y te metería cuatro ideas de tantos años para que desaparecieras.

Sin embargo, no tienes idea de nada. No sabes cómo he dado vueltas en mi eje para marearme en tu imagen. No tienes idea las veces que me he embriagado pensado en ti. No tienes idea de cuanto te espera el rinconcito solitario de mi corazón. No sabes los inviernos que he pasado, los besos sin ganas que he dado, las carisias que he imaginado para ti.

No sabes, no tienes idea, de cuánta falta me haces.

Ahora que mi camino se torna un tanto difuso, arranco de ti para nuevamente tirar de las campañillas y despertar.

Porque yo sin ti despiérto cada día y recuerdo que después de tanto tiempo aún estoy aquí y, quizás, un día, alguien tome tu lugar y eso me llenaría mis días de luz y mi alma de regocijo.

A veces pensé que podría y, de verdad, me lo propuse, pero tus zapatos me quedaron grandes. No sé qué tenías, pero lo tenías todo para mí.

Quizás, alguna vez en tu ojos vi un poco de verdad que ahora me tiene ciega. Pues, lo confieso, no he tenido juicio, no he tenido juicio; tú te llevaste mi lucidez

jueves, junio 12, 2008

Días felices










Un día mi papá entró a mi cuarto, yo dormía. Abrió las cortinas rosadas y entre el visillo la luz encandilante de un día después de la tormenta se filtraba, dejó la bandeja del desayuno en la mesita de noche, me besó la frente y me acomodó la almohada.

Un tanto dormida le di las gracias y estiré los brazos. Él me quedó mirando y me dijo su recurrente broma de que el día está feo mofándose por mi rostro y mi pelo enmarañado. Me acercó la bandeja y se fue.

Así, han empezado mis mejores y más felices días junto a él, como cuando me llevó a Mundo Mágico, a los Juegos Diana, a la piscina del Parque O`Higgins, al Museo de Cera, cuando me regaló la cocina para mis barbies, cuando me enseñó a dividir, cuando caminamos alrededor del Lago Budi y no sacamos esta foto y cuando me llamaste de un teléfono público para consolarme en mis días tristes.

Él es el hombre que me ha dado más momentos felices en mi vida que veces que me ha dicho te amo o te quiero, pero definitivamente más cuentan los hechos que las palabras para ti y yo lo acepto y lo agradeceré siempre.

Papi, yo te amo.


martes, junio 10, 2008

Gracias

¿Alguna vez has Amado realmente a una Mujer?
Por Bryan Adams

Para amar realmente a una mujer
Para entenderla, tu debes conocer su profundo interior
Oír cada pensamiento, contemplar cada sueño
Y darle alas cuando ella quiera volar
Luego cuando te encuentres refugiado inevitablemente, en sus brazos
Sabrás que realmente amas a una mujer

Cuando amas a una mujer, le dices que la necesitas realmente
Cuando amas a una mujer, le dices que ella es la elegida
Porque ella necesita alguien, que le diga que esto durará por siempre
Entonces dime ¿alguna vez has amado realmente a una mujer?

Para amar realmente a una mujer
Deja que ella te sostenga, hasta que sepas como ella necesita ser tocada
Tienes que "respirarla", saborearla realmente
Hasta que la sientas, en tu sangre
Cuando puedas ver el hijo que viene, en sus ojos
Sabrás que realmente amas a una mujer

Cuando amas a una mujer, le dices que la necesitas realmente
Cuando amas a una mujer, le dices que ella es la elegida
Porque ella necesita que le digan que ustedes siempre van a estar juntos
Entonces dime ¿alguna vez has amado realmente a una mujer?

Tienes que tenerle algo de fé, retenerla fuertemente
Un poco de ternura, tienes que tratarla bien
Ella estará ahí por ti, cuidando muy bien de tí
Realmente tienes que amar a tu mujer, si...

Y cuando te encuentres refugiado inevitablemente, en sus brazos
Sabrás que realmente amas a una mujer

Cuando amas a una mujer, le dices que la necesitas realmente
Cuando amas a una mujer, le dices que ella es la elegida
Porque ella necesita alguien, que le diga que esto durará por siempre
Entonces dime ¿alguna vez has amado realmente a una mujer?

Solo dime, ¿alguna vez has amado realmente, pero realmente a una mujer?
Solo dime, ¿alguna vez has amado realmente, pero realmente a una mujer?


Gracias, Isma

domingo, junio 08, 2008

Nunca más te dejaré
















En un día como este, nublado, tengo ganas de ir al mar, respirar la brisa, tocar la arena húmeda, caminar entre la niebla, sentir el frío a mérito del verdadero frío natural más que éste que me abraza durante mis noches.

Dejaré que el viento y el dolor sean uno y se pierdan al abservar el inmenso manto azul. Quiero ir donde se rompen las promesas, donde se tropiezan mis ilusiones, donde puedo enfrentar a la realidad de mis semejantes olas, una y otra vez, rompiéndose contra las rocas, revolcándose con la arena, una y otra vez, conteniédose y desbordándose.

Nunca pensé neufragar de esta manera, pero era el destino, era la sombra que me asechaba e inevitablemente me encontró. Pero ya he de retirame de esta marea y no es por decisión propia, más bien, esta marea me ha dejado a la deriva...

Pues bien... subiré el cerro para ver el crepùsculo. Veré el puerto y a los barcos hundirse en el horizonte, donde tantos recuerdos se rompen ya. Me reiré de las vueltas de la vida y, esta vez, me propongo que sea distinto, no enviaré más besos en esos barcos que se pierden en el mar donde no llegan, sino que fumaré mis cigarros como a mis malos recuerdos, dejaré caer mis cenizas como mis amargas cartas que nunca llegaron para quienes eran y tomaré tu mano y te llevaré conmigo lejos de aquel puerto, nunca más te dejaré.

miércoles, junio 04, 2008

Frío


Hoy el día estuvo lluvioso como mi alma. En la mañana, tomé el metro hacia el centro y alcancé asiento cerca de la ventana. El metro se elevó a cierta altura y pude ver la ciudad. Tomé una hoja, un lápiz y escribí:

“Pareciera que un gigante egoísta llegó a mi mundo. Separó continentes, dividió fronteras y construyó metrópolis. Separó a las gentes por color, rasgos y lenguas. Hizo rutas, carreteras, avenidas, calles y comunas. Dio bolsillos grandes a quienes lo estiman, los poderosos, y a los trabajadores les dio una olla vacía para llenar. Se satisface con los corruptos y con los delincuentes, desprecia el progreso y las revoluciones.

Ahora invita a sus comensales y cenan ballenas y sesos de monos vivos, beben el sudor del obrero y se ríen de los perros moribundos y de la gente infeliz.

Le gustó este triste mundo y se quedó a vivir aquí. Lo peor es que ya es viejo y gruñón y amargado, ya pocos intentan rechazarlo y se les mete por el alma.

Los hombres somos egoístas, ya no sabemos amar .”

Una silenciosa lagrimita selló mi hoja. Miré por la ventana y me dio frío, mucho frío: estaba sola al lado de tanta gente desconocida. Así me sentí todo el día.

martes, junio 03, 2008

Hoy, para mí:

Se me hizo eterno llegar a casa. A veces las distancias son eternas cuando estás triste. Peor aún cuando te das cuenta que en el último tiempo todas las vueltas a casa han sido tristes. Sin embargo, hoy es distinto. No fue tan sólo pena, era una combinación de decepción, melancolía y, extrañamanete, con optimismo.

Las lagrimitas caían y caían, fueron mil... quizás más. Los pensamientos iban y venían. Lo triste era que me iba sola, sola sufriendo por algo que no fue y yo deseaba tremendamente. Lo bueno es que mi cuerpo reaccionó a mis pensamientos y se dirigía sin mirar a atrás. En el fondo sabía que debía llorar para cerrar la herida.

Es bueno dejar de mirar atrás, tengo que ensayar más eso sí.

Ya estoy aquí, en mi casita con olor a limpio, escribiendo en mi amado blog, tengo un café y tengo tiempo. Mi tiempo, todo mi tiempo para mí y comenzaré a disponerlo para aquellos y aquello que me plazcan.

Ahora que, digamos de alguna manera, volveré a empezar, se me antoja un poco disfrutar aquello que siempre me privó el rencor, la frustración y la pena eterna: encantarme con el desenamoramiento.

Porque es un proceso un poco doloroso, pero bello. Una nueva oportunidad, un nuevo re-nacer del alma, un re-crear un camino nuevo y un re-creo para disfrutar de las buenas nuevas.

La vida pareciera dar tan pocas oportunidades, pero es uno que se empecina en conquistar la vida de un vez. Aunque es bueno dar la batalla por la conquista, es algo... mmmm es un momento de triunfo: salir a luchar aunque todo esté en contra ¿bonito no?

En fin, hay que vivir la vida así, intentar todo lo que esté al alcance y lo que no se alcanza dejarlo ir, pues no era no más para mí ni yo para él. El mundo sigue, todos siguen, mi vida sigue.

lunes, junio 02, 2008

Eres


No das respuestas
ni luz a mi jardín,
y no hay guerrero
que descanse en ti.
No hay luna de agosto,
ni lluvia de abril,
que no haya dormido
antes en ti.

Eres pequeña
como una estrella fugaz,
como el universo
antes de estallar.
Vuelas como la risa,
como el diente de león.
Si yo te miento,
tú lo haces mejor.

Ahora dime qué te han de ofrecer
la tardes perdidas, tu sangre en mi piel,
la casa cansada, la manta en el sofá,
la tele encendida, las ganas de llorar.
Y ahora dime qué te van a dar
la paz en tu vientre, la calma del mar,
gaviotas cansadas, mi sombra en el sofá,
la brasa encendida, las ganas de matar.

Eres la copa rota,
el mar en que me adentro,
viento que susurra,
el tálamo desecho,
ácido en mis ojos,
el café de mis mañanas,
la mano en el sexo,
el rumor de batalla.

No das respuestas
ni luz a mi jardín,
y no hay guerrero
que descanse en ti.
No hay luna de agosto,
ni lluvia de abril,
que no haya dormido
antes en ti.

Ismael Serrano

domingo, junio 01, 2008

Un lucesita

Eres extraña, lucesita, ya dejaré de mirarte. Mientras más te mimo más te cierras en ti misma. Te marchitas en las noches y en el día me escandilas, me alucinas, lucesita asesina.

Entiéndelo, niña, no iré más tras tuyo, este es mi lugar. No iré más tras tuyo aunque me duele la cabeza la vocesita ridículamente cuerda.

Vete, lucesita, que dices puras mentiras. Yo puedo seguir así aunque ahora esté nublado. Aunque ahora me duele este brazo. Tú tienes la culpa, lucesita, inocentona.

No sigas provocándome. Suficiente fue tu risita regocijándote del desgarro de mi piel que dejó la aguja inoportuna.

Pero cicatrizará. Yo sé que pasará.

Vete, lucesita, que prefiero quedarme aquí.